Un agricultor de Nueva Zelanda, llamado John Lee, tuvo la genial idea de decorar su valla con sostenes. Obviamente pensó hacerlo sólo por diversión, y para salir de lo común.
Lo curioso del asunto es que el agricultor nunca pensó que su afición daría la vuelta el mundo, y ahora este hombre recibe sostenes de todos los colores, tamaños, sabores y olores… de todas partes de la tierra
Lo curioso del asunto es que el agricultor nunca pensó que su afición daría la vuelta el mundo, y ahora este hombre recibe sostenes de todos los colores, tamaños, sabores y olores… de todas partes de la tierra
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