No tengo idea del lugar donde ocurrió este accidente gracioso. En realidad no es un solo accidente, sino varios, ocurridos de manera consecutiva. Todo comenzó con la caída de un inche coche al agua. Vino el primer “rescatista”, pero éste también cayó. No quedó más remedio que traer al segundo “rescatista” y éste cayó igual… vino uno más… y adivinen… sí, igual se cayó al agua.
No sé cómo terminó la historia, pero ahí están las imágenes. Sólo espero que nadie haya salido lastimado, aunque eso lo dudo, debido a las aparatosas caídas.
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